enero 22, 2017

Evangelio Enero 22, 2017

Día litúrgico: Domingo III (A) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 4,12-23): Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido». Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado».

Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda  enfermedad y toda dolencia en el pueblo.


«Recorría Jesús toda Galilea»
Rev. D. Josep RIBOT i Margarit - (Tarragona, España)

Hoy, Jesús nos da una lección de “santa prudencia”, perfectamente compatible con la audacia y la valentía. En efecto, Él —que no teme proclamar la verdad— decide retirarse, al conocer que —tal como ya habían hecho con Juan Bautista— sus enemigos quieren matarlo a Él: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte» (Lc 13,31). —Si a quien pasó haciendo el bien, sus detractores intentaron dañarle, no te extrañe que también tú sufras persecuciones, como nos anunció el Señor.

«Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea» (Mt 4,12). Sería imprudente desafiar los peligros sin un motivo proporcionado. Solamente en la oración discernimos cuándo el silencio o inactividad —dejar pasar el tiempo— son síntomas de sabiduría, o de cobardía y falta de fortaleza. La paciencia, ciencia de la paz, ayuda a decidir con serenidad en los momentos difíciles, si no perdemos la visión sobrenatural.

«Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» (Mt 4,23). Ni las amenazas, ni el miedo al qué dirán o las posibles críticas pueden retraernos de hacer el bien. Quienes estamos llamados a ser sal y luz, operadores del bien y de la verdad, no podemos ceder ante el chantaje de la amenaza, que tantas veces no pasará de ser un peligro hipotético o meramente verbal.

Decididos, audaces, sin buscar excusas para postergar la acción apostólica para “después”. Dicen que «el “después” es el adverbio de los vencidos». Por eso, san Josemaría recomendaba «una receta eficaz para tu espíritu apostólico: planes concretos, no de sábado a sábado, sino de hoy a mañana (...)».

Cumplir la voluntad de Dios, ser justos en cualquier ambiente, y seguir el dictamen de la conciencia bien formada exige una fortaleza que hemos de pedir para todos, porque el peligro de la cobardía es grande. Pidamos a nuestra Madre del Cielo que nos ayude a cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios, imitando su fortaleza al pie de la Cruz.
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Fuente: evangeli.net

3 comentarios:

  1. Un día más, dando gracias a Dios y a la Virgen por los cuidados y ayudas que nos brindan. Una oración por el Papa Francisco

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  2. He recibido 3(tres) frases que Dios quiere añadir a la Oración del Credo, pensando en las desigualdades humanas y sobre todo en las diferencias de genero entre el hombre y la mujer, solo tengo como prueba el hecho de haber sufrido 13 años de un accidente automovilístico que me dejo sin poder hablar y caminar, pero que gracias al "ejercicio", la paciencia y la fe he podido ser parte de un proceso Largo de recuperación que ya me tiene hablando y caminando con ciertas limitaciones, he intentado compartir estas ideas con el párroco de mi iglesia la Medalla Milagrosa, pero siempre esta ocupado con la diócesis de Fontibon, a la que pertenece la Localidad en la que vivo, Ciudad Salitre,lo digo para que puedan apreciar que tengo una "alta reserva intelectual" y que no soy de "origen humilde" pero tampoco "muy alto" En síntesis, quisiera saber si pueden darle el tiempo disponible a mi párroco, o autorizar a otra persona a escucharme en un tiempo que sea posible para mi (para lo cual nos podemos poner de acuerdo por este medio. No les puedo dar mis números telefónicos por seguridad. Ahora, me despido utilizando una frase en latín, que significa "Disfruta el día de hoy","Carpe Diem, Mafe".

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  3. fe de erratas: olvide decir "hace" 13 años.

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